lunes, 12 de abril de 2010

Venganza


Llorando le aleje de mi alma un dia en Septiembre. Sin darme cuenta cometia un error tras otro, las sombras sin sombras traspasaban en mi y yo les alentaba. Cauteloso pero preciso se encargo de destruir en mi la ultima esperanza en esta raza de seres rastreros, granefavor me haz hecho digo hoy mismo, gran favor me hizo en ese momento hace cientos de dias y miles de horas, tantas que sin razon perdi la cuante el dia que le olvide.

Caminando en la lluvia invisible de octubre, cubria mi malherido rostro con risas. En lo desconocido, con miedo y con ansia, descubri un mundo tan diverso en su reducido espàcio que me lo saco del alma de un zarpazo. Los ojos de ave rapaz se alejaron en su vuelo hacia el lugar mas calido del sol, y la niña que aun habitaba en mi desapareció.

A medida que la luna cambiaba de orvita, y que los pasantes y huespedes desaparecian de la vida de nadie, un presentimiento de hielo cruzo mi espina y asi fue... Tal cual se dijo una vez en el destino de esta moza que se trata de mantener eterna, aparecio el halcon carroñero a pedir audiencia. Nada mas ni nada menos. Asi con tan desfachatada apariencia, pensó que era mas facil acceder a mis sentimientos cualquier dia que el desease. No obstante, su estampa de galan sin princesa se habia esfumado en el incendio que un dia produjo mi conciencia, junto con las vitacoras y los recuerdos de un amor que no fue amor ni mucho menos sueño. Jamas existio niña mimada tan paciente, para cobrar hiel de lo que un dia fue azucar. Jamas tanto disfrute hacia un alma torpemente atormentada por el ocio y la soledad.

Con su paso de serpiente nocturna se hizo camino entre los innexistenetes obstaculos que ya jamas crearia. Le deje llegar al punto que yo mas deseaba, al balcon con mejor vista de mi venganza y asi actuar. Actue cada acto del guion que el creyo manejar a placer, sin embargo el ultimo dialogo pèrtenecia a la actriz principal.

Y se acerco a la rosa mas alta, esa que habia nacido de ultima, la que lo esperaba no con las mismas ganas de ayer, a la que el amor se le volvio veneno, y con una estocada de la mas suave palabra lo despojo de toda dignidad y le encadeno a la tortura sin calma de haber perdido en su propio juego.

No hay mejor venganza que la que llega sin avisar, ni tiempo mas dulce que aquel le le sigue a la muerte del enemigo.

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