Mariposa

Me distraje con la mariposa esa. Creo que hacia mucho no veía una, apoyada en la baranda, me fui en su vuelo irregular.
-Ya nos vamos?- Aun no... Fúmate ese cigarro tranquila.
Hace media hora que dices lo mismo... Mira, una mariposa –Que interesante, me dijiste con sorna.

Dos horas y media por fin salimos hacia no se donde. Pasaron no se cuantas micros y al final tomamos una del mismo recorrido de la primera que se nos paso. Al sentarnos juntos trate de tomar tu mano sin éxito, creo que también te perdiste en la mariposa....

Cuando llegamos no había nadie en la casa. Mire alrededor encandilada por el orden perfecto, ni una partícula de polvo tocaba las figuritas baratas de esos negocios de “Todo a 500”
-Tuve un sueño raro anoche- Nunca sueñas cosas normales...
-Y tú nunca me respondes nada agradable...

Al cabo de un rato interminable llego ese tipo. Raro, alto con mirada de desconfianza. Me sentía como narcotraficante, cuando solo íbamos a buscar unos documentos. Nos entrego una carpeta azul del cartón, se despidió de ti con un abrazo tan apretado que sentí ganas de llorar. A mi ni me miro.

-De que son esos papeles?- Nada que te importe

-Si tu lloras me importa- ... Tu silencio es tan perturbador.



Cuando te fuiste de la casa me sentí desolada. Siempre desapareces por días, y cuando regresas siempre te haz metido en problemas. Lo soluciono y no me das las gracias, te pregunto si a caso me amas un poquito y me respondes “estoy aquí, que mas quieres?” Debo darme por pagada?... Sólo espero a que llegue la noche y te duermas abrazado a mi y tal vez en la mañana me regales una sonrisa.



A las 7 de la mañana siguiente me llamaste sorpresivamente. Generalmente no me llamas, solo apareces y me dices que hacer. Me dijiste que me arreglara de manera discreta y así lo hice. Finalmente te espere hasta que una hora después me llamaste de nuevo para decirme que estabas atrasado, que te buscara en la fuente donde nos conocimos.



Sentí un escalofrío enorme. Por fin me dejarías ir? Tal vez dejarías salir todos tus sentimientos y tendríamos una relación normal, o quisas una relación... Sentí miedo, después rabia.



Ahí estabas tu. Tu traje negro me trajo recuerdos amargos.. como cuando te conocí ese día después del funeral de Laura. Siempre pensé que era un día terrible para conocernos, pero fue como un vicio verte después, y otra vez. Me agarraste fuerte del brazo, caminamos largo trecho por entre placas en el pasto cuidadosamente cortado. Remolinos de colores dando vuelta se llevaban mi miedo, pero igual largue a llorar. –Para con la llantería, se te corre el maquillaje- Tus palabras son ordenes para mi.



Te paraste de frente a mi. Me miraste, me sonreíste, me abrasaste, me besaste. Quede perpleja, tanto nerviosismo sentí, que pensé que vomitaría, pero te veías tan guapo con ese traje negro y estaba tan confundida que recordé en la mariposa y me calme. –Sigo aquí por que te amo, quiero que conozcas a mi familia y que ellos sepan que eres la mujer con la que pasare el resto de mi vida y les llenara de nietos- Mire al rededor buscando infructuosamente un ser humano que tuviera tus genes, estaba en eso cuando me llevaste y dijiste –Papá, mamá, es ella. Perdón por tardarme pero aun no me decidía- Le hablabas a dos lechos aun sin enterrar, “accidente de auto” dijiste y te largaste a llorar en mi pecho.



A tu modo, no al mio, ese fue el día mas hermoso de mi vida.